La intérprete de cuerpos
La inspectora Jude Fontaine pasó tres años confinada en una celda subterránea. Durante aquel tiempo, su existencia se redujo a observar a su secuestrador. Consiguió mantenerse con vida a fuerza de estudiar cada uno de sus rasgos, sus movimientos, su expresión.
De aquella experiencia de aislamiento y tortura surgió un feroz deseo de justicia y un extraordinario talento para interpretar el lenguaje corporal de vivos y muertos. Eso explica que retome su puesto en la sección de homicios pese a las dudas que sobre su estado mental albergan algunos colegas, incluido su nuevo compañero, el inspector Uriah Ashby. Pero el asesino que anda suelto matando a jóvenes muchachas no les deja más opción que trabajar juntos. Tienen que detener a ese loco antes de que vuelva a actuar. Y nadie conoce mejor a los perturbados que Jude Fontaine.